En esta nueva sección nos transmitirán pilotos y copilotos en primera persona sus impresiones dentro del coche de carreras. La primera entrega la protagoniza la copiloto Esther Gutiérrez. La copi alcalaína y ‘Charly’ Rodríguez se llevaron la primera victoria de la temporada.
«Tras un 2020 en el que la única prueba con el Mitsubishi EVO fue el Rallycrono de Jerez, nos presentamos en Casabermeja. A falta de Rallyes… ¡Buenos son Rallycronos! Nuestra intención, probar el coche, diferentes reglajes y, sobre todo, disfrutar.
En la primera manga, la bomba de gasolina comenzó a fallar nada más salir y durante los primeros 4 kilómetros del TC, después comenzó a mejorar el comportamiento del coche y pudimos terminar el tramo con un buen tiempo y colocándonos segundos de la general. Aún no éramos conscientes de la que nos iba caer de agua.
Antes de que comenzara el tramo B1, y con la amenaza de lluvia inminente, decidimos quitar unos clics a la suspensión para adaptarlas un poco a la pista que nos íbamos a encontrar minutos después y compensar que tendríamos que disputar la manga con gomas de seco.
El TCB1 fue una auténtica locura, librada tras librada en cada kilómetro. A unos 1,5 kilómetros de meta, dimos un pequeño golpe que desde fuera y, a juzgar por los comentarios de la retransmisión del equipo de Petro Racing, debió verse como una espectacular LIBRADA. Nada más lejos de la realidad, yo apenas lo noté, aunque he de reconocer que tuve un deja vù del Casinos do Algarve 2019, donde una salida similar nos hizo abandonar cuando liderábamos el rally. Lo que restaba de tramo hasta meta, se me hizo eterno, aunque tampoco quería llegar a asistencia para no saber lo que le había pasado al coche, tenía miedo de volver a quedarnos en el camino y tener que abandonar. ¿Resultado? Paragolpes persiguiéndonos durante este kilómetro y medio y daños en la bomba de los diferenciales que condicionarían la mecánica durante las dos mangas siguientes.
Ya en asistencia, intentamos reparar ¡menudo trabajazo le di a mi hermano Adolfo! No me extraña que prefiera cocinar macarrones en tramo y darme de comer cuando llego a meta). Cuando quedaba el tiempo justo para decir ADIOS a la carrera (otra vez), supimos que podíamos seguir en carrera. Así nos presentamos en la salida del TC A2, muy cautos. Aunque parezca mentira, vi a Charly más tranquilo que a mí. Nunca pensé que utilizaría en una misma frase las palabras “Charly” y “tranquilo”. Conforme avanzábamos por el tramo, veía como el reloj avanzaba y nosotros perdíamos segundos respecto a nuestra pasada anterior. Por una vez en mi vida, el piloto me frenó a mí.
Por una vez en mi vida, el piloto me frenó a mí.
Antes de comenzar la última manga, me sorprendía la valentía y el pilotaje de un Alberto García y un Antonio Villalba intratables. Por otra parte, me quedo con la madurez del joven extremeño Miguel Grande, al que tendré como contrincante en la BKR2. Pero sobre todo quiero destacar el buen hacer de su copi Jandrín. Retener la juventud de un Miguel que veía como tenía la victoria muy cerca, pero con unas condiciones tan complicadas me pareció un gran trabajo. Es una demostración más de la gran labor que realizan los copilotos. También esperaba más de la Ginetta, 550CV que pensaba que nos arroyaría en tiempos, pero estaba claro que aquel no era su ‘habitat’.
Me quedo con la madurez del joven extremeño Miguel Grande al que tendré de contrincante en la BKR2.
Todo o nada en el TC B2, donde salimos tranquilos, a marcar nuestro ritmo y dispuestos a disfrutar sin pensar en el resultado. Al llegar a meta, fuimos conscientes tras revisar los tiempos de nuestros compañeros, que finalmente ganábamos esta prueba. A pesar de invadirme una sensación un tanto extraña y que no sé definir realmente, vivir la emoción de mi piloto, fue lo mejor que pasó en todo el fin de semana.
¡Nos vemos en nuestro ANSIADO Sierra Morena!»
– Este artículo es el resultado del trabajo en equipo de Esther Gutiérrez y Marce Romero –