Un año más la caravana del Mundial de Rallyes visitó tierras andaluzas, en las que se realizaron tests de cara a la tercera cita del mundial, el Rally de México. Todos los primeros espadas del mundial tuvieron como objetivo afinar sus monturas de cara a las duras condiciones de la prueba norteamericana.
Durante la última semana todas las escuadras del WRC han estado merodeando por tierras de la zona del este de Andalucía, dónde de nuevo han encontrado las condiciones más idóneas para probar los reglajes de cara al primer rally de la temporada que se disputa en tierra, el Rally de México.
El Mundial de Rallyes es un certamen que no se toma ni un respiro, tal es así que escasas 12 horas después de que el flamante ganador del Rally de Suecia, Ott Tänak, se subiese al podium de Torsby cambiaba los tramos rodeados por bancos de nieve por la aquellos en los que la grava y el polvo son los principales protagonistas. El estonio no iba a ser el único en probar en tierras almerienses, a lo largo de toda la semana los cuatro equipos del mundial han hecho “poker de ases” en Andalucía, probando todos sus máquinas en territorios aledaños a La Alpujarra almeriense y el Valle del Almanzora.
El México andaluz
La razón por la que los equipos del mundial escogen la región andaluza es debido a la similitud de la superficie con los tramos que componen el Rallye de México. Pero este no es el único dato útil que los ingenieros encuentran en las tierras andaluzas de cara a la carrera norteamericana, también buscan lugares de alta altitud similares a los que disputarán en el campeonato dentro de dos semanas. Con ello tienen como objetivo poner a prueba el rendimiento de los propulsores turboalimentados de 1.6 litros de cubicaje, ya que debido a la menor concentración de oxígeno los motores sufren de su propio “mal de altura”, reduciendo su potencia, que si bien se trata de un descenso menor que en los motores atmosféricos, también acaba siendo una bajada significativa en competiciones como el WRC.
Dadas estas condiciones idóneas los mejores pilotos del mundial retomaron su contacto con la tierra y el polvo, tras el asfalto y la nieve del Montecarlo y Suecia, respectivamente. No solo el estonio fue uno de los primeros espadas darse cita, también el actual campeón Sebastien Ogier y Thierry Neuville -subcampeón- coincidieron en tiempo, pero no en lugar, en la provincia de Almería. Sin olvidar al veterano Jari-Matti Latvala, que en tierras suecas conseguía arrebatar a Carlos Sainz el record pruebas disputadas en el mundial, con un total de 165 participaciones.
Campeón y subcampeón se ponen a prueba
Así pues, al final de la semana llegaba el plato fuerte, el de poder presenciar a pie de tramo, en un mismo día, al campeón y al subcampeón del mundo pilotando por primera vez esta temporada sobre grava. Un adelanto de por dónde pueden ir los tiros en las carreras sobre esta superficie para los “cocos” del mundial.
El equipo Hyundai y Neuville escogieron un tramo con claros contrastes entre su primera parte muy revirada (una sucesión de 6 paellas) que después se tornaba en una zona rápida en la que se escuchaba el motor de 380 caballos del Hyundai i20 WRC dar todo de sí y llegar al corte. A lo largo de la mañana del jueves el belga estuvo probando piezas específicas, sacrificando en algunas ocasiones el ritmo que se le suele apreciar en competición.
Harina de otro costal fue el sextacampeón de mundo, Sebastien Ogier. Como pudimos presenciar el jueves por la tarde, el de Gap imprimió un ritmo de competición. En estos test, además de probar el Citroën C3 WRC, también buscaba encontrar sensaciones tras ver truncadas sus opciones a la victoria días antes en tierras suecas, después de un choque contra un banco de nieve en el que además perdió el liderato del mundial.