El sábado 1 de mayo, y tras abrir el confinamiento provincial en Andalucía, salí desde Córdoba sobre las nueve con mi mujer, en dirección a Conil de la Frontera (290 kms.) Allí se iba a disputar el 6 Slalom Villa de Conil, la segunda cita del Campeonato de Andalucía, organizado como siempre por Escudería Sur, que se encontró con una excelente inscripción de más de treinta participantes, cuando en otras ediciones apenas pasaba de veinte. Se ve que hay ganas de correr.
Llegamos poco después de las una de la tarde al aparcamiento de la Playa de los Bateles, donde estaba el recorrido. Después fuimos a comer con Paco Galera y otros miembros de la organización a la Venta El Ancla, de la familia de José Luis Manzanares, el piloto local que unas horas después iba a conseguir la sexta victoria en el slalom de su localidad. Después fui con mi mujer a recorrer el pueblo, con todas las casas blancas, varias plazas bonitas, y a tope de gente en bares y heladerías. También nos acercamos a la playa de los Bateles, donde se quedó mi compañera de viaje, mientras yo me iba al slalom.
El recorrido era el habitual de otras ediciones, con una parte de asfalto y otra de tierra se dieron cita treinta participantes. Después de reconocer a pie el recorrido, llegó el briefing de Paco Galera, y a continuación la manga de reconocimientos, que comenzó a las cinco de la tarde. .
En la primera manga oficial, José Luis Manzanares, marcó el mejor tiempo con 1.31.184 mientras que el cordobés Roberto Cubero era segundo con 1.32.922, ambos con Citroën Saxo VTS, el coche más popular entre los participantes. A las siete y media de la tarde comenzó la segunda manga, en la que los favoritos mejorarían sus tiempos. Hay que recordar que en estas pruebas, el mejor tiempo de las dos mangas es en el que cuenta para la clasificación final. José Luis Manzanares marcó el único 1.30 de la carrera, consiguiendo la victoria de la general y del grupo I, mientras que Cubero bajaba su anterior tiempo a 1.31.261 y conseguía la segunda posición, con solo tres décimas de ventaja sobre el Peugeot 106 del joven extremeño Cristian Carrasco.
Para Moisés Cabalga era la cuarta plaza final, y primera del grupo II, con su Renault Clio Sport, precediendo a José Luis Prado y su Citroën Saxo VTS por solo tres décimas. Por su parte, el sevillano Emilio Díaz llevó su Seat Arosa a la sexta plaza final, precediendo a Samuel Pichaco con un Citroën Xsara, al no disponer de su habitual vehículo. Octavo fue Raúl Romero con un Citroën Saxo VTS, por delante del Audi TT 4×4 de Víctor Manuel Pascual y del Saxo de Domingo González.
El trofeo al más espectacular, que decidieron los jueces que estaban en la pista, fue para el piloto ubriqueño Francisco Calvillo, con un bonito Mazda RX8.
El “mundialito de slalom andaluz”, como denominamos con cariño, sigue con su buena tónica de participación y un alto nivel. El año pasado fue el único certamen que se disputó junto con el de circuitos. El de Conil fue un buen ejemplo, con una excelente organización de la Escudería Sur, que cumplió todas las recomendaciones del Covid19, con el numerosos público separado por una valla, en pequeños grupos, y todos con mascarilla.
La prueba acabó cerca de las nueve de la noche, y en ese momento salimos hacia Córdoba. Después de casi cuatro horas de pie, agradecí que fuera mi mujer la que llevara el coche casi todo el rato. Llegamos sobre las doce, cansados, pero contentos.
CLASIFICACIÓN FINAL
GALERÍA FOTOGRÁFICA
