
Estoy enfadado, carajo. Sí, estoy muy enfadado. He tenido que tirar del refranero, lo que puede parecer un recurso fácil, para titular esta entrada. Más que una opinión, este texto creo que es una reflexión introspectiva muy personal para sacar de dentro algo que duele. Lo que está sucediendo con los rallyes en Andalucía es muy triste.
Que el campeonato de Andalucía de rallyes es una sombra de lo que era es algo en lo que todos estamos de acuerdo -en este punto hay unanimidad- Este año, a la vista del penoso comienzo, podemos casi certificar su defunción ¡Qué en paz descanse el campeonato 2025! ¡Con lo joven qué era….tenía todo un año por delante!
Utilizando un símil médico, el campeonato llevaba varias temporadas con una enfermedad grave, se habían fomentado a su alrededor las condiciones ideales para una gran proliferación de bacterias especialmente agresivas con la modalidad. Lo que se llama caldo de cultivo. El campeonato andaba muy débil. Un médico aconsejaría el uso de antibióticos; pero la solución aportada ha sido inocular más bacterias. Bacterias a «cascoporro» -¡vuelca ahí bacterias!- Claro, el pronóstico a día de hoy es bastante chungo y la solución se nos antoja muy complicada. Pensad que a las bacterias en la actualidad hay que hablarles de usted; se nos han hecho mayores y además todas tienen su corazoncito; vamos, que no se les puede toser. Por lo que intuyo, al campeonato han decidido aplicarle unos cuidados paliativos y que no sufra mucho; o como diría aquella Presidenta de una Comunidad Autónoma española: «si se iba a morir igual».
He oído y leído en varios ámbitos que esto es culpa de la FAA; algo en lo que no estoy totalmente de acuerdo. En mi opinión, para hundir una modalidad de la manera que está sucediendo con los rallyes en Andalucía se deben dar un cúmulo de circunstancias y debe haber varios actores y factores. En mi opinión hay cómplices en todos los estamentos: oficiales, pilotos, escuderías, organizadores y por supuesto también la FAA-. Que cada uno saque sus propias conclusiones y le eche la culpa a quién le parezca y al motivo que crea oportuno. Para mi, ese cúmulo de circunstancias y tomas de decisiones han ido poco a poco, gota a gota, año a año provocando que los participantes hayan ido cambiando sus hábitos competitivos hacia otras modalidades.
Una variable que hay que meter en todas las ecuaciones de la práctica del automovilismo es la pasta. A nivel regional, sea la modalidad que sea, este deporte es totalmente amateur y muy caro de costear; de ahí que en Andalucía, una región con mas de 8 millones de habitantes, tan solo unos cientos de ellos lo practiquen. Creo que aquí está otras de las claves: mas de 80 pruebas al año, 65 de ellas en carretera, no sé cuántas modalidades, para tan solo unos cientos de practicantes. Es cuestión de realizar una simple división y todo apunta que la que peor sale parada son los rallyes; es obvio que es a la que hay que dedicarle más tiempo y dinero.
El arranque del campeonato es descorazonador, el Rallye Valle del Almanzora: un rallye precioso, con unos tramazos y tan solo 19 equipos de velocidad en la salida supone un mazazo para el organizador, con el esfuerzo que supone sacar una prueba de esta envergadura adelante. Como consecuencia de esta anoréxica lista de inscritos, algo demasiado común en los últimos años, las cunetas una vez mas quedaron absolutamente desiertas. Aquí la única excepción es Córdoba, tantos años de buenos rallyes ha creado una afición muy numerosa y entregada.
¡En fin! Para ir mejorando el panorama, la segunda prueba calendada, el Rallye Gibralfaro, que se debía disputar los días 21 y 22 de marzo, en un primer momento se aplazó para seguidamente ser cancelada definitivamente y sin mas explicaciones. ¡Vaya despropósito! Cuanto menos, con todos estos datos, la incertidumbre es el sentir general cara a próximas pruebas del campeonato. No nos olvidemos que si aún el enfermo sigue con vida es en parte gracias a la Regularidad, que han salvado a muchos organizadores y han dado lustre a las pírricas listas de inscritos.
Se da la extraña circunstancia que el declive del campeonato contrasta con la inclusión del Sierra Morena en el europeo de rallyes. Desde Córdoba (La Santa Sede) nos animan a pensar que todo no está perdido y que todavía hay por ahí hay gente que sigue apostando fuerte por esta modalidad. De igual manera tenemos dos pruebas del Campeonato de España de Rallyes de Tierra: Granada y Pozoblanco. Sin olvidarnos del Rallye Costa de Almería que será valedero para el campeonato de España de Asfalto. Toda una paradoja.
El automovilismo no sólo son rallyes ¡eso ya lo sé yo perfectamente y no hace falta que nadie me lo explique!, pero sí que hay que recordar que los rallyes es la modalidad reina del automovilismo, no sólo en Andalucía, también lo es en toda España.
Muchas gracias a esos valientes que siguen apostando por los rallyes y lo siguen manteniendo con vida en Andalucía.