795 días de espera, o lo que es lo mismo, 19.080 horas. Este es el tiempo transcurrido desde que Javi Villa a bordo de la BRC BR53, cruzara la línea de meta, con una nueva victoria absoluta bajo el brazo en aquel mediodía del domingo 22 de Abril de 2018, hasta que el totanero David Cánovas, con su Hyundai Getz, negociara la curva de las pitas a eso de las 13:00 horas del sábado día 25 de Junio de 2021.

 

Javi Villa obtenía la victoria absoluta y el nuevo récord de la prueba con un tiempo de 2.13.367. Foto: David Gómez

 

Y es que la coincidencia en 2019 de las ya sabidas elecciones generales (que no servirían para nada) y la pandemia del 2020, privaban al campeonato y a los aficionados en general, de una de sus pruebas más emblemáticas. Dos años que han visto cambios en el reglamento, en monturas e incluso en la propia prueba ubriqueña, estrenándose por fin la nueva variante a la chicane de la recta previa al cruce, siendo muy aplaudida por los propios pilotos y por los espectadores, destacando su principio y el nuevo negociado de la curva de la gasolinera, lo que conllevaba que el trazado original se ampliara en casi cien metros, ganando además en seguridad y espectacularidad.

Un tiempo también que Escudería Ubrique, en su prueba, ha estado de brazos cruzados. Y eso en el apartado organizativo, en la jornada del sábado, pasaba factura a la entidad que dirige con buen tino Pedro Carlos García. Los 60 equipos inscritos, cifra muy inferior a lo que estábamos acostumbrados, no fueron un obstáculo para que la jornada se alargara en demasía y eso que no hubo incidentes deportivos dignos de mención.

 

Nueva victoria en el nacional y en el andaluz de Humberto Janssens, certamen este último, que no seguirá. Foto: Ana Rous

 

El fuerte calor reinante propiciado por el retraso de fecha (cerca de 600 litros de agua fueron distribuidos a lo largo del tramo, agotando las reservas y teniendo que abastecerse la organización de nuevo para el domingo), los nuevos cambios reglamentarios (el tema de los ascensos y descensos de los pilotos prioritarios, un lío en toda regla) o el protocolo Covid, contribuyeron a que esa “oxidación” no pasara desapercibida. Pero también es justo reconocer, que para la jornada dominical, el personal ubriqueño se puso las pilas y lograba sacar con nota esta 25ª edición de transición. Y digo de transición, porque daba la impresión que había que celebrarla por lo civil o por lo criminal, y con la vista ya puesta en la de 2.022.

Además por exigencias de la Consejería de Sanidad, se obligaba a que el personal a pie de cuneta se tuviera convenientemente agrupado e identificado con el correspondiente D.N.I. (previa inscripción vía web) en varias “bolsas” en los lugares más pintorescos de la prueba, por lo que por primera vez en las cunetas de la carretera que asciende hasta Benaocaz, los espectadores pasamos por taquilla, aunque eso sí, para un fin solidario. Y de paso actuó como efecto anti-llamada de otros especímenes que restan en las pruebas más que suman, por lo que en ese sentido ganamos todos.

 

Los viejos rockeros nunca mueren y a Fombona le queda cuerda para rato. Foto: JJ Medina

 

También el protocolo Covid hizo que los equipos más modestos del andaluz fueran desplazados a la Plaza de las Palmeras, un lugar apartado de la Avenida Jesulín de Ubrique, sitio habitual del parque de trabajo. Tras una queja de aquellos, totalmente justificada, en la tarde del sábado se habilitaba por el Ayuntamiento, a indicaciones de la propia organización, un amplio espacio colindante con la avenida, con lo que las aguas volvieron a su cauce.

En el apartado puramente deportivo y como ya he citado, se daban cita en Ubrique prácticamente la mitad de inscritos de lo que era una inscripción “normal” por aquellos lares. Eso si, no estaban todos lo que son, pero eran todos los que estaban. Y en cuanto a los espectadores, podemos decir lo mismo.

 

Avilés sigue en franca progresión, conociendo poco a poco las brutales posibilidades de su Ginetta. Foto: Jesús Calderón

 

Duelo a la décima entre Janssens y Fombona

En la categoría I o de Turismos, se vivió un espectacular duelo entre el Porsche 911 GT3 2015 del granadino Humberto Janssens y del Lamborghini Huracán Supertrofeo de Don José Antonio López-Fombona. El gijonés, a sus setenta años, no acude precisamente a las pruebas a pasearse con sus espectaculares monturas. Muy al contrario. El siete veces Campeón de España de Montaña sigue teniendo ese instinto asesino y de competidor nato que se consolidó para el gran público desde su victoria en el ya lejano Rallye Príncipe de Asturias de 1.980. Fombona se la juega en cada subida, sin importarle que haga 40º o que caigan chuzos de punta en el asfalto. En Ubrique le echó carreras a un Janssens en muy buena forma. Prueba de ello es que obtuvo el mejor tiempo entre los carrozados en la última subida de carrera.

Pero el piloto de Almuñecar también está acostumbrado a la presión. Y a sacar la quintaesencia a su mecánica. El sábado se marcaba un tiempazo en la única manga de carrera, llevándose también la primera del domingo, lo que le valdría para marcar la diferencia con Fombona, y llevarse una nueva victoria por una renta de poco más de tres décimas de segundo respecto al asturiano. Y eso que comentaba que en las zonas lentas el Porsche no iba lo bien que le hubiera gustado.

 

Muy rápido todo el fin de semana, Mario Asenjo se llevaba la victoria en la Categoría III. Foto: Ana Rous

 

Completaba el tercer cajón del pódium (Y segundo del andaluz) el malagueño Lolo Avilés con su Ginetta G55, exoficial, a más de 8 segundos en el acumulado de los dos primeros espadas. Un piloto que sigue adaptándose a su montura y que para esta ocasión como novedad, montaba neumáticos de la marca Avon, con la lógica cautela.

Otra Ginetta, la G50 de Christian Broberg se clasificaba a continuación, finiquitando el pódium del regional, y precediendo a un triunvirato de pilotos andaluces que terminaron también con escasas diferencias entre ellos: Salva Tineo, tan espectacular y efectivo como nos tiene acostumbrados, aunque en esta ocasión con problemas electrónicos en su Evo IX, se llevaba por un suspiro su duelo particular con el ruteño Francisco Jiménez (Mitsubishi Lancer  Evo X) y con el último ganador nacional de la categoría en la pasada Subida al Fito, el malagueño Alberto Rodriguez, a los mandos de su espectacular Volkswagen Golf GTI TCR, quinto, sexto y séptimo, respectivamente.

 

Un habitual del nacional, el marbellí Broberg, lograba finalizar en una meritoria cuarta posición final en carrozados. Foto: JJ Medina

 

Otro insigne montañero, el almeriense Manuel Maldonado, desempolvaba su habitual Porsche 997 GT3 Cup Rallye 2008 para firmar la octava posición final, precediendo al piloto local Juan Miguel García en el estreno de su nuevo Evo VIII, que de no ser por un trompo en la gasolinera en la última subida del domingo, no hubiera caído a la novena posición. Completaba el top ten el piloto de Siero Antonio Corujo, que también estrenaba en el nacional su nuevo Seat León WTCC un aparato proveniente del mundial de turismos del equipo Seat Sport, unidad utilizada por el francés Yvan Muller.

Destacadas actuaciones de Antonio Casquet con su afinado Peugeot 306, de Juan Pablo Garrido con el Peugeot 208 R5 y de Manolo Mape, que con su BMW M3, una vez más hizo vibrar a la poca y entendida afición presente. (Imperdible en Youtube el vídeo a vista de drone en la zona del pluviómetro. Es hipnótico)

Y un reconocimiento al alcalaíno Narciso Carrillo, con su Renault 8 Gordini, y al piloto jerezano Amador Jaén, que a bordo del ya mítico “soplillo” Renault 5 GT Turbo, es el único piloto que ha disputado todas las ediciones de la prueba ubriqueña, e incluso en ediciones anteriores a “las oficiales”, como así se le reconoció en un acto en la tarde del viernes por parte de Escudería Ubrique.

 

Ojo con el joven piloto de La Mussara Raúl Ferré, que a día de hoy es el único en inquietar el dominio de Villa. Foto: Ana Rous

 

Villa de Ubrique

Javi Villa llegaba a esta cuarta cita del nacional con la vitola de gran favorito. De hecho es el ganador de las últimas ediciones de la carrera gaditana. Por eso mosqueó al personal que en la subida oficial del sábado, el joven piloto andorrano Raúl Ferré, oficial de Silver Car, le metiera más de tres segundos, cuando en el punto intermedio de cronometraje estaban totalmente igualados. El domingo, y solventados los problemas de reglajes y eléctricos en su BRC BR53, Villa impuso su ley y se llevaba las dos mangas oficiales dentro de la Categoría II, con lo que conseguía un nuevo triunfo, logrando de paso también el nuevo record de la prueba. Comentaba el piloto de Colunga que en algunas zonas rápidas, el asfalto está tan bacheado, que a veces pierde el control en su BR53, con el peligro que ello conlleva. Un nuevo asfaltado al trazado no le vendría nada mal, sobre todo a partir de la gasolinera.

 

Salva Tineo aunaba espectacularidad y buenos tiempos. Foto: David Gómez

 

En tercera posición se clasificaba el malagueño Francisco Javier Aguilar con la Radical PR6, consiguiendo la victoria en el apartado de monoplazas dentro del andaluz. Mario Martínez con BRC B52 (Segundo en el andaluz) y el ibicenco Damian Verdera con el Talex M2 completaron la categoría. Mala suerte para Gonzalo Cabañas, que tras su accidente en Guía de Isora, y la reparación de los desperfectos en tiempo récord por parte de los mecánicos del joven piloto madrileño, rompía el motor de la Norma FA20. También el andaluz Antonio de los Ríos debía abandonar al salirse el domingo, dañando su Silver Car S2.

En cuanto a la categoría III, la igualdad fue la tónica reinante. El cántabro Mario Asenjo (Silver Car S3) después de su segunda posición en el Fito, y la tercera en la prueba insular de Guía de Isora, conseguía por fin una ajustada victoria (y tercer mejor tiempo en la general), con una renta total de algo más de un segundo respecto al BRC B49 de Benito Pérez, ganador en el Fito y de dos segundos y medio respecto al Silver Car S3 de Edgar Montella que siempre estuvo rodando en los tiempos de cabeza.

 

El piloto de Ribadesella, Benito Pérez, se tenía que contentar con el segundo puesto en la Categoria III, en una lucha muy igualada con Asenjo. Foto: Jesús Calderón

 

La 25ª edición ya es historia. Para el 2022, si las circunstancias sanitarias lo permiten, estoy seguro que la prueba ubriqueña volverá por sus fueros. Las inscripciones llegarán al centenar, el público abarrotará cada uno de los metros del trazado (llenando durante los tres días alojamientos y restaurantes) los de Cadimar volverán a pasearse con los últimos modelos de Mercedes y Miguel Collado y Daniel Cean Bermúdez lo recogerán todo con la Camarina. Venga, que para Abril, ya no falta nada.

Texto: Antonio Vallejo        Fotos: David Gómez, JJ Medina, Ana Rous y Jesús Calderón

 

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