David Pérez y Esther de la Torre dominaron y dieron espectáculo en Málaga. Jose Antonio Aznar-Osel Román y Oscar Gil-Carlos Chamorro completaron el podio. Los Rallyes volvieron a Málaga tras varios años en los que los “boquerones” quedaron huérfanos de disfrutar de la modalidad reina de las pruebas en carretera.
La espera duró 7 años. Desde 2017 no se disputaba un Gibralfaro. Los que peinamos canas, o ni siquiera tenemos la suerte de poder peinarlas, ya pensábamos que iba a ser difícil volver a experimentar la sensación de ver un rallye en la Costa del Sol. La vuelta del Gibralfaro recurría una estructura parecida a la que se disputó en el año 1986, al igual que entonces, tomando como sede del Rallye la preciosa localidad costera del Rincón de la Victoria. Tanto la modalidad como la localidad, después de casi 40 años, han sufrido una gran transformación.
En la tarde del viernes, en una concurrida Plaza de la Constitución, se realizaban las verificaciones técnicas a los 39 coches inscritos en velocidad y los 17 equipos de Regularidad. Ya con la noche en ciernes y con muchísimo público y buen ambiente, se hizo una protocolaria ceremonia de salida que acercó por primera vez, a muchos de los asistentes, un coche de carreras.
David Pérez empieza fuerte.
El sábado, con un calor casi veraniego, comenzaba con cuatro hachazos de David Pérez en los tramos de Moclinejo y Olías. David ponía tierra de por medio respecto a sus máximos rivales y les endosaba ya 1 minuto. Oscar Gil y Jose Antonio Aznar, poco podían hacer frente a los tiempos de David Pérez. El granadino además de rápido iba dando un verdadero espectáculo con su Hyundai i20 R5. Oscar Gil, cada vez mas acoplado a su Porsche, mantenía a raya a Jose Antonio Aznar y llegaba a las asistencias de medio día al Rincón de la Victoria con 15 segundos de ventaja respecto al almeriense.
Justo por detrás de los tres favoritos había otro rallye, hasta ocho equipos con monturas mas modestas pero que iban dándolo todo y exprimiendo al máximo sus coches. La igualdad era manifiesta: Salva España, Flores, Alejandro Cuenca, Juanle, Adolfo Gutiérrez, Jose Luis Moreno y López Mañas andaban en un pañuelo. Mala suerte nuevamente para Pérez Gaitán y su bonito Porsche 911 GT3 Cup que tuvo que abandonar por un pequeño golpe en el primer tramo, el de Moclinejo.
El Rallye mostraba su dureza y ya a estas alturas, eran 10 los equipos que se habían visto obligados a abandonar la carrera.
Interesante lucha en el “el otro Rallye”
Tras el paso por las asistencias, a los 29 equipos supervivientes le quedaba un segundo plato, pero de los fuertes, de los que hay que remangarse. El tramo de Totalán-Comares y sus 20 kilómetros (casi como un tres tramos en uno por su diferentes zonas) mas el selectivo tramo de Benamargosa. David Pérez seguía en su línea y aumentaba aún mas su ya cómodo ventaja. Sólo en la primera pasada del tramo de Totalán fueron 40 segundos los que le endosó al siguiente mas rápido, que no era otro que Jose Antonio Aznar. El de Cuevas de Almanzora, en su particular lucha con Oscar Gil, fue recuperándole tiempo tramo a tramo hasta finalmente colocarse segundo y disponer de una cómoda ventaja frente a Gil antes del último tramo.
Entre los del “otro rallye”, como era lógico, se fueron apeando algunos por diversos motivos: unos por abandonos, como el caso de Juanle y López Mañas -este en el último tramo- y otros por un goteo de segundos que los alejaba de manera irremediable de la honrilla de ser el primero de los demás.
Entre Alejandro Cuenca, cuarto de la general, que llevaba de copi a la mundialista Esther Gutiérrez, y Jose Luis Moreno que fue octavo, tan sólo hubo una diferencia de 40 segundos; después de estar una hora pegando volantazos por la Axarquía malagueña, esa diferencia a este nivel es como un abrir y cerrar de ojos.
En definitiva, los rallytrastornados andaluces debemos estar de enhorabuena. Un andaluz de rallyes con el Gibralfaro formando parte del campeonato le otorga lustre al certamen. Ojalá haya llegado el Rallye Gibralfaro para quedarse y se pueda disfrutar unas ediciones más para intentar llegar a las bodas de oro. Habrá que remar todos juntos para consolidar de nueva la prueba, esto es únicamente el primer paso. Sólo por poner un “pero”: en próximas ediciones habrá que darle una vuelta al rutómetro y reducir el número de kilómetros de enlace, sobre todo en las secciones 1 y 2.
Por suerte, todavía hay valientes que deciden poner en marcha una prueba de estas características en Andalucía. Gracias a todos aquellos que se atreven a organizar un RALLYE de verdad y, como no, gracias a todos los equipos que aún siguen nutriendo las listas de inscritos de LA ESPECIALIDAD REINA DEL AUTOMOVILISMO EN CARRETERA: LOS RALLYES.
A los textos: David Gómez
A las fotos: Jesús Calderón / David Gómez
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